Análisis sociológico de la problemática agropecuaria en el municipio  de Salvatierra, Guanajuato
  
  Sociological analysis of  the agricultural problems in the municipality of Salvatierra, Guanajuato
Análise sociológica de problemas agrícolas no município de Salvatierra, Guanajuato
Gricelda Lopez Lule
  Universidad de Guanajuato, México 
  gl_grisss@hotmail.com
  
  Alberto Valdes Cobos
  Universidad de Guanajuato, México 
  alberto_cobos76@hotmail.com
  
  Luis Enrique Ferro Vidal
  Universidad de Guanajuato, México 
chanizferro@gmail.com
Resumen
  Actualmente  se carece de trabajos que exploren desde una perspectiva sociológica la problemática  agropecuaria del municipio de Salvatierra. El objetivo de este trabajo fue realizar  un análisis sociológico de la problemática agropecuaria de Salvatierra con base  en la teoría del actor social a  partir de una serie de entrevistas que se aplicaron a un conjunto de  informantes clave de diez comunidades rurales y la cabecera municipal de  Salvatierra, entre los que destacan productores agrícolas y ganaderos, un  representante de una organización ganadera, dos representantes de partidos  políticos, un representante del módulo de riego y dos investigadores de la  Universidad de Guanajuato. El diseño metodológico que se aplicó fue de tipo  cualitativo, el cual fue respaldado por la observación participante y la entrevista  estructurada. Los resultados y las conclusiones indican que se ha perdido el  interés por la actividad agrícola y ganadera, y la forma de vida campesinaque se tuvo en otras épocas, situación  que podría limitar la implementación de proyectos de desarrollo rural: las  personas prefieren trabajar en las fábricas de la región o emigrar a Estados  Unidos; además, y aunque los productores agropecuarios entrevistados señalaron  que las comunidades viven exclusivamente del campo, la mayoría vive de las  remesas que envían sus parientes de Estados Unidos y de los apoyos económicos  que reciben de programas gubernamentales como Prospera y 70 años y más.
  
  Palabras clave: problemática  agropecuaria, teoría del actor social, modernización agrícola, desarrollo rural.
  
  Abstract
  Currently  there are no works that explore the agricultural problems of the municipality  of Salvatierra from a sociological perspective. The objective of this study was  to conduct a sociological analysis of the agricultural problems of Salvatierra  based on the actor-oriented perspective from a series of  interviews that were applied to a set of key informants in ten rural  communities and the capital city of Salvatierra, among those who stand out:  agricultural and livestock producers, a representative of a livestock producers  organization, two representatives of political parties, a representative of an  irrigation module and two researchers from the University of Guanajuato. The  methodological design that was applied was qualitative, which was supported by  participant observation and structured interview. The results and findings  indicate that interest in agriculture and livestock production activities, and  the old times life style has been lost, situation that could limit the  implementation of rural development projects: people prefer to work in the  factories of the region or to emigrate to United States; also, and although  them producers agricultural interviewees noted that the communities live  exclusively of the field, most people lives of the remittances that their  relatives send from United States and of the support economic that receive from  Government financial assistance programs such as Prospera and 70 años  y más.
Resumo
  Actualmente,  existe uma falta de trabalhos que exploram a partir de uma perspectiva  sociológica problemas agrícolas do município de Salvatierra. O objetivo deste  estudo foi realizar uma análise sociológica de problemas agrícolas de  Salvatierra baseado na teoria de ator social a partir de uma série de  entrevistas que foram aplicados a um conjunto de informantes-chave em dez  comunidades rurais e da sede do município de Salvatierra , entre os quais os  agricultores e pecuaristas, um representante de uma organização de gado, dois  representantes de partidos políticos, um representante do módulo de irrigação e  dois pesquisadores da Universidade de Guanajuato. O desenho metodológico foi  aplicado foi qualitativa, que foi aprovado pela observação participante e  entrevista estruturada. Os resultados e conclusões indicam que ele perdeu o  interesse na agricultura e pecuária, e do modo de vida camponês que teve no  passado, uma situação que poderia limitar a implementação de projectos de  desenvolvimento rural: as pessoas preferem trabalhar em fábricas na região ou  emigrar para os Estados Unidos; Além disso, embora os agricultores  entrevistados disseram que as comunidades que vivem exclusivamente do campo, a  maioria vive das remessas seus parentes nos Estados Unidos e com o apoio  financeiro que recebem dos programas governamentais, como Prospera e 70 anos ou  mais.
  
  Palavras-chave: problemas agrícolas, teoria do ator social, modernização agrícola, o  desenvolvimento rural.
  
Fecha recepción:   Enero 2016                                Fecha aceptación: Junio 2016
Introducción
  A cuatro años de gestión del gobierno de  Enrique Peña Nieto, no ha habido cambios sustanciales en la política económica  hacia los actores sociales más vulnerables del campo mexicano, es decir, el  grueso de la población campesina, pequeños productores agrícolas, mujeres,  jornaleros agrícolas y grupos indígenas. Al contrario, la forma de gobernar del  “Nuevo PRI”, ha agudizado problemas ancestrales como la pobreza, el  clientelismo electoral, la represión política, el caciquismo y la violación de  los derechos humanos. Por otro lado, los pobres aumentaron en dos millones más  en tres años de gobierno peñista y la “Cruzada Nacional contra el Hambre” en  400 municipios del país ha sido un rotundo fracaso. Asimismo “Prospera” es un  programa que sólo administra la pobreza y no combate sus raíces estructurales. 
  La añeja y compleja problemática  agropecuaria a nivel nacional no nació ayer, pues el país tiene poco más de  tres décadas con un modelo económico neoliberal que ha puesto en entredicho la  supervivencia y futuro de la economía y forma de vida campesina. En ese  sentido, el Estado de Guanajuato y el municipio de Salvatierra, son un reflejo,  hasta cierto punto, de los efectos perniciosos de un esquema de desarrollo  agropecuario excluyente y anticampesino. Dicho esquema, es producto de un  proceso de construcción social hegemónica que enfatiza el discurso de la  rentabilidad y la competitividad del sector agropecuario en detrimento de la  economía campesina y los pobres rurales. El objetivo de este trabajo fue  realizar analizar sociológicamente la problemática agropecuaria de Salvatierra  con base en la teoría del actor social a partir de una serie de entrevistas que se aplicaron a un conjunto de  informantes clave de diez comunidades rurales y de la cabecera municipal de  Salvatierra.
Este artículo se divide en cinco  apartados. El primer apartado, correspondiente al marco teórico-conceptual,  expone algunos conceptos clave como agricultura, ganadería, problemática  agropecuaria, desarrollo rural, la teoría del actor social y algunos  diagnósticos sobre la problemática agropecuaria a nivel nacional y del Estado  de Guanajuato. A continuación, el segundo apartado, ubica geográfica y  demográficamente al municipio de Salvatierra a partir de algunos planes de  desarrollo a nivel estatal y municipal, así como su problemática agropecuaria  desde el discurso oficial de los actores gubernamentales. El tercer apartado,  correspondiente a la metodología, expone el contexto, el propósito, el enfoque  metodológico y las técnicas de investigación utilizadas en el estudio. El  cuarto apartado, presenta los resultados de la guía de preguntas que se  aplicaron a diez informantes clave de diez comunidades rurales y a otros  actores sociales de la cabecera municipal. Finalmente, el quinto apartado de  conclusiones, expone una serie de posibles soluciones para superar la  problemática agropecuaria del municipio de Salvatierra.
Marco teórico-conceptual
  En este apartado describiremos algunos  conceptos básicos como agricultura, ganadería, problemática agropecuaria,  desarrollo rural, imaginación sociológica y la teoría del actor social. A  continuación, se exponen algunos elementos de la problemática agropecuaria a  nivel nacional y del Estado de Guanajuato.
  De acuerdo a algunos autores la agricultura se define como “la labranza  o cultivo de la tierra, que tiene por objeto obtener los vegetales que se  requieren para satisfacer las necesidades humanas. La agricultura se ubica en  el sector primario de la economía. Las actividades principales de la  agricultura son: a) preparación del terreno: b) limpieza del terreno; c)  roturación; d) siembre; e) labores de cultivo; f) cosecha; g) transporte y h)  almacenamiento” (Zorrilla & Méndez, 1994, p. 5).
  En cuanto a la ganadería, algunos  economistas, la definen como: “una actividad o rama económica del sector  agropecuario que consiste en la cría de ganado para su venta o la explotación  de sus productos derivados, como la carne, leche, piel. Algunos tipos de ganado  son el bovino y porcino, entre otros” (Méndez, 2012, p. 83). 
  La problemática  agropecuaria, podemos definirla como el conjunto de situaciones sociales,  agrarias, culturales, tecnológicas, económicas y ecológicas de la agricultura y  la ganadería, definidas y/o conceptualizadas como no deseadas por una  diversidad de actores sociales y en parte consideradas como superables. La  problemática agropecuaria constituye el objeto de investigación de la  agronomía, las ciencias ambientales y las ciencias sociales que se abocan al  estudio del medio rural como la historia agraria, la sociología rural, la  economía agrícola, la geografía agrícola, la agroecología, el desarrollo  regional y el desarrollo rural.
  Por otra  parte, al desarrollo rural, de  acuerdo a algunos expertos de la Universidad Autonoma Chapingo, se define como el  “proceso económico y social que se realiza en las sociedades rurales  tradicionales y que tiende a mejorar el bienestar de la población rural por  medio de acciones tales como la introducción de tecnologías modernas y el  suministro de servicios sociales (salud, educación, cultura, agua potable,  drenaje, etc.) con el fin de aumentar el ingreso y elevar la calidad de vida de  la mayoría de la población rural” (Mata, 2009, p. 51). Asimismo, el desarrollo  rural requiere de acciones interdisciplinarias e interinstitucionales enfocadas  hacia una comunidad y región en específico, procurando incidir en los  diferentes aspectos de la población del medio rural, tales como: ingreso,  educación, salud, alimentación y vivienda. Para lograr incidir en estos  aspectos se debe fortalecer la organización de las comunidades, de tal manera  que se impulsen acciones o proyectos productivos, programas de educación,  proyectos para la atención de la salud y programas de mejoramiento de las  condiciones de la vivienda (Lozano, 2008). La definición del desarrollo rural  depende del contexto geográfico y cultural de los actores sociales que lo  definen, así como de la ideología política del actor social y/o institución que  lo conceptualiza y construye: país, empresa, partido político, academia o  movimiento social.
  Ahora bien ¿En qué consiste la imaginación sociológica? ¿Cómo ubicar la  problemática agropecuaria en el contexto de la imaginación sociológica? De  acuerdo a Charles Wright Mills (2003), la sociología no debe ser una ciencia fría  y ajena a la experiencia humana. Pensaba que la sociología debía ayudar a las  personas a escapar de sus prisiones particulares, de las jaulas en las que se  han encerrado, ya que la sociología nos puede mostrar que es la sociedad --y no  nuestros errores personales--, la responsable de muchos de nuestros problemas.  La sociología, según Mills, transforma los problemas privados en problemas  sociales y políticos, es decir, problemas aparentemente “personales” como la  migración, la explotación laboral de jornaleros agrícolas, la “feminización”  del campo mexicano, la pérdida de la soberanía alimentaria o el rechazo a los  alimentos trasgenicos y los megaproyectos, por ejemplo, no se pueden entender  si no se analizan las interacciones de miles de biografías de pequeños  productores agrícolas, jornaleros e indígenas con las estructuras sociales de  poder. La imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario  histórico más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la  trayectoria exterior de una diversidad de individuos. El primer fruto de esa  imaginación es la idea de que el individuo sólo puede comprender su propia  experiencia y evaluar su propio destino localizándose así mismo en su época; de  que puede conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de todos  los individuos que se hallan en sus circunstancias. La imaginación sociológica  nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre ambas dentro  de la sociedad. Esa es su tarea y promesa (Wright, 2003).
  La imaginación sociológica nos pide sobre  todo, que seamos capaces de pensar distanciándonos de las rutinas familiares de  nuestras vidas cotidianas para poder verlas como si fueran algo nuevo: la  imaginación sociológica nos permite a todos (no sólo a los sociólogos)  comprender las conexiones entre nuestros escenarios sociales y personales  inmediatos y el mundo remoto e impersonal que nos rodea y contribuye a  determinar nuestra identidad (Giddens, 2002). Sin embargo, la  imaginación sociológica estatal (el análisis de la intersección entre  biografía, historia y estructura social nacional), propuesta por Mills es  insuficiente si los científicos sociales ignora las poderosas influencias que  ejerce la globalización en las sociedades nacionales, particularmente en el  medio rural y en las condiciones de vida de sus actores sociales.
  En  ese sentido, la problemática agropecuaria que afecta a un municipio, región o  país es el reflejo, hasta cierto punto, de una serie de políticas  macroeconómicas establecidas por los grandes organismos multilaterales como el  Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC). Como ejemplo,  pueden citarse los tratados de libre comercio y las reformas estructurales de  carácter neoliberal que tienden a favorecer a las grandes empresas  multinacionales de los países desarrollados en detrimento de las políticas de  apoyo a la economía campesina de los países del Tercer Mundo como México. Este  conjunto de reformas estructurales inciden económica y políticamente en la  identidad cultural (campesina e indígena) y en las condiciones de vida de los  actores sociales, quienes reaccionan de manera organizada y tratan de  intervenir en los procesos de desarrollo rural.
  El  trasfondo de esta situación podemos inscribirlo en la teoría del actor social,  encabezada por Norman Long, la cual emerge como una reacción a la teoría  marxista de análisis rural. Long ubica su planteamiento como un  construccionismo social orientado al actor, a partir del cual busca dar cuenta  las prácticas sociales cotidianas, las estructuras institucionales, los  recursos del campo, las redes sociales, las ideologías colectivas, las arenas  sociopolíticas y las creencias que pueden estar a la base del comportamiento de  los actores respecto a iniciativas planeadas desde el exterior. (Pasquier,  2014). Esta teoría rechaza las teorías generales, la identificación de las  leyes de desarrollo del capitalismo, las interpretaciones esencialistas y niega  que los cambios sean dictados por poderes hegemónicos supranacionales. La pregunta  central que se plantea es, ¿Cómo el mundo social se construye y organiza y cómo  se construyen las identidades sociales? Con base en esta visión propone el  enfoque del actor social como un modelo en el cual los actores (trabajadores,  migrantes, refugiados, inversionistas, comerciantes, productores, etc.)  construyen su identidad en igualdad de circunstancias. Entre las críticas que  han hecho los detractores de la TAS destacan: b) sostiene que los actores se  encuentran en igualdad de circunstancias sin que exista un control o dominio  por parte de alguno de ellos; b) la TAS visualiza las acciones individuales,  dejando de lado la lucha colectiva de los movimientos sociales; por lo tanto,  la TAS niega abiertamente la dominación y explotación, por lo que se coloca  entre las teorías que refuerzan el status  quo (Rubio, 2006). 
  La problemática agropecuaria a nivel nacional  ha recibido la atención de una infinidad de artículos, libros y reportes de académicos  de las áreas de la agronomía, las ciencias sociales y los estudios regionales,  así como de consultorías y organismos que dictan las políticas agrícolas de  México como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). No  es el objetivo de este apartado abordar o transcribir dichos reportes o estudios,  por el contrario, se intentara destacar algunas caracterizaciones y aspectos de  la problemática agropecuaria en el contexto del gobierno neoliberal del Nuevo  PRI, representado por Enrique Peña Nieto. En ese sentido, un destacado promotor  del “desarrollo rural centrado en la pobreza”, ha señalado que en los albores  del siglo XXI, el campo mexicano se encuentra deteriorado y contaminado en su  medio ambiente; siniestrado por efecto de diversos fenómenos meteorológicos  como inundaciones, huracanes, sequías, y heladas; con apoyos gubernamentales  reducidos; improductivo en el ramo de granos, oleaginosas y lácteos;  extremadamente pobre; y en consecuencia, excluido del proceso de desarrollo  nacional (Mata, 2009). 
Como se sabe el gobierno de Enrique Peña Nieto,  pertenece a una estirpe de gobiernos neoliberales priístas y panistas que han  abrazado una serie de políticas y reformas estructurales que han acentuado la migración,  la marginación, la pobreza, la feminización rural, el ecocidio y la erosión  cultural del campo mexicano, particularmente de ejidos y tierras comunales,  propiedad de pequeños productores agrícolas y de los pueblos indígenas. En este  contexto de poco más de tres décadas de neoliberalismo, el campo mexicano se ha  transformado en reservorio político-electoral de las elites económicas y políticas,  y en laboratorio del Banco Mundial (BM) para poner en práctica y administrar una  serie de programas sociales como Solidaridad, Progresa, Oportunidades y Prospera,  los cuales han fracasado a la hora de abatir la cifra de poco más de 55  millones de pobres en tiempos del gobierno peñanietista; millones de pobres que  dicho sea de paso, no tienen cabida en el modelo neoliberal ni en sus políticas  económicas:
Políticas que, en gran parte, después de la Revolución Mexicana han respondido al interés fundamental de apoyar y apuntalar el crecimiento urbano-industrial en detrimento del desarrollo agrícola y rural. Actualmente las acciones y programas para el agro y el medio rural, no se apartan mucho de los objetivos anteriores; más bien, tienden a minimizar y a desaparecer la producción agrícola, pecuaria y forestal que no reúna las condiciones de eficiencia, calidad y rentabilidad para su competencia en el mercado internacional. Criterios como productividad, rentabilidad y competitividad, son ahora los parámetros de la política neoliberal impuestos a los países en desarrollo por la nueva fase del desarrollo capitalista, que se conoce como globalización. Hoy en México toda actividad productiva debe ser rentable; de tal manera que si no se cumple con ello, dicha actividad no es de utilidad a la sociedad y por tanto, no debe apoyarse o mantenerse (…) ante ello, en nuestro país, la gran mayoría de los campesinos están condenados a desaparecer o reconvertirse ante el avance de las relaciones globalizadas (Mata, 2009, p. 22).
La construcción social y política sobre la problemática  que afecta al campo mexicano en la segunda década del siglo XXI discrepa ideológicamente  entre una diversidad de actores sociales inmersos en dicha problemática, pues  es imposible definir y conceptualizar de manera consensuada si el sector  agropecuario se encuentra en “crisis”, si “retrocede” o si “progresa” desde perspectivas  tan contrastantes como las de la Secretaría de Agricultura,  Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA),  la organización ambientalista Greenpeace, la Confederación Nacional Campesina  (CNC), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la Universidad Autónoma Chapingo  (UACh), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad  (CONABIO) o la empresa de harina de maíz Maseca.  
Por ejemplo, algunos académicos argumentan que  la política agropecuaria aplicada en México en los últimos años ha sido un  fracaso, porque para los gobiernos neoliberales el campo y los campesinos  dejaron de ser prioridad, lo que ha impedido que el sector salga de la crisis que  lo aqueja desde hace años. El campo mexicano representa históricamente uno de  principales problemas del país, un foco rojo de la economía mexicana que es  preciso resolver en forma adecuada, ya que de no hacerlo se agravarán los  problemas de la economía en su conjunto y de la sociedad en general. Para estos  académicos los problemas que afectan a la agricultura y a la ganadería de  México se desglosan en los siguientes rubros (Méndez, 2012): 
Agricultura
Ganadería
En otro orden de ideas, el gobernador de  Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, aseguro en una entrevista que el estado se  ha convertido en uno de los más seguros del país, y eso es un factor de  competitividad; su consolidación viene de un proyecto de gobiernos panistas  ininterrumpidos con una visión de mediano y largo plazo que está dando  resultados, lo que se ha traducido en certeza y garantía para los inversionistas  (Baeza, 2012). En ese tenor, el discurso del gobernador sobre la actividad  agropecuaria es triunfalista, pues Guanajuato se ha convertido en el principal  productor de brócoli a nivel nacional y ocupa los primeros lugares en lechuga,  trigo, maíz, cebada, fresa, productos porcinos, ovinos y caprinos. Asimismo ocupó el 8º lugar en el valor de la producción  agrícola y el 5º en el valor de la producción pecuaria en el año 2011. En 2011  registró un volumen de la producción agrícola de más de 8 millones de  toneladas y de la producción pecuaria de 465 mil 739 toneladas. 
  El Programa de Gobierno  2012-2018 (2013) del gobernador panista en materia de desarrollo rural pretende:a) promover y ejecutar programas  productivos y de financiamiento para el desarrollo agropecuario en las  comunidades rurales; b) fomentar la producción de alimentos, materias primas y  productos agroindustriales, e c) impulsar,  potenciar, fomentar y ejecutar el desarrollo formativo y tecnológico para los  pequeños y medianos agricultores del estado.
  Sin  embargo, muchos municipios del centro y sur del estado aún arrastran una  compleja problemática en materia de desarrollo agropecuario y rural. Pues en la  era de los gobiernos panistas se ha privilegiado un tipo de agricultura  empresarial derrochadora de agua y altamente contaminante. Los gobiernos  estatales y municipales han desdeñado la agricultura campesina para favorecer una  élite agrícola y agroindustrial nacional y trasnacional. Si bien Guanajuato y  algunos de sus municipios han destacado en materia agrícola a nivel nacional,  sus costos en términos sociales, ambientales y económicos han sido muy altos  para los campesinos pobres, sus recursos naturales y sus tradiciones  culturales. 
  Además,  con el auge de los corredores industriales, la llegada de empresas automotrices  y la expansión de la mancha urbana en Silao, León, Irapuato y Celaya, han  proliferado los desarrollos inmobiliarios que han hecho del despojo agrario una  amenaza latente para la economía y la forma de vida campesina de ejidos y  comunidades rurales que colindan con dichos municipios, situación de la que  fueron beneficiados los “Hermanos Bibriesca” en el municipio de Celaya durante  el gobierno de Vicente Fox Quezada (2001-2006).
  El proyecto político  panista en el Estado de Guanajuato, ha privilegiado por más de veinte años, un  modelo de desarrollo centrado en los grandes empresarios inmobiliarios y  agroexportadores en detrimento de la economía campesina, sector marginado y  condenado a emigrar a las grandes ciudades industriales y al vecino país del  norte. Los “discursos triunfalistas” de los gobiernos panistas a nivel estatal  y municipal, así como sus planes de desarrollo, se encuentran alejados de la  problemática que enfrentan los pobres del campo guanajuatense: ejidatarios,  pequeños propietarios minifundistas, comuneros, grupos indígenas, campesinos  sin tierra, jornaleros agrícolas, migrantes estacionales, avecindados, mujeres  abandonadas y exejidatarios.
  Por otra parte, los  programas federales y estatales de desarrollo rural, agrícola y ganadero  implementados en Guanajuato desde hace algunos años, como fue el caso de Alianza para el Campo, por ejemplo, han  enfatizado el mantra de la modernización agrícola, la cultura empresarial, la  rentabilidad económica y la competitividad, promoviendo en los hechos la marginación  y exclusión de amplios sectores de la población rural, situación que se ha  visto reflejada en una serie de evaluaciones nada halagüeñas: 
La escasa integración comercial de los productores a sus mercados, los altos flujos migratorios estatales y la escasa presencia de organizaciones de productores son algunos de los principales problemas que enfrenta el sector rural en Guanajuato. La dinámica del entorno exige a los productores ser competitivos en sus procesos de producción, transformación y comercialización. El nivel de su competitividad se encuentra en función de la disponibilidad y calidad de sus recursos naturales, recursos humanos, políticas y organización del estado, organización de los productores y de las cadenas agroalimentarias, respuesta y adecuación a condiciones y cambios externos, infraestructura, posición, información e inteligencia de mercados y el flujo, acceso, generación y adopción de tecnología. Ante estos factores, los distintos tipos de productores rurales cuentan con una serie de necesidades y carencias que, en su conjunto, provienen de una importante diversidad de orígenes. Entre ellos, destacan la imperiosa necesidad de desarrollar las capacidades locales para gestionar y apoyar proyectos con factibilidad regional, la capitalización y adquisición de infraestructura para el fomento de la eficiencia y producción con calidad en las Unidades de Producción Rural y el desarrollo organizativo que permita acceder a mejores servicios, insumos y mercados, características asequibles de apoyo por el Programa de Desarrollo Rural (SAGARPA-Gobierno del Estado de Guanajuato, 2006, p. 85).
La problemática agropecuaria en el municipio de Salvatierra
El municipio de Salvatierra se localiza  al sur del Estado de Guanajuato, comprende el 1.9 % de su territorio, pertenece  a la Región IV Sur y Subregión 9 dentro de la integración regional establecida  en el Reglamento de la Ley de Planeación para el Estado de Guanajuato.  Colinda al norte con  Jaral del Progreso, Cortázar y Tarimoro; al este con Tarimoro y Acámbaro; al  sur con Acámbaro y el Estado de Michoacán de Ocampo; al oeste con el Estado de  Michoacán de Ocampo, Yuriria, Santiago Maravatío y Jaral del Progreso (IPLANEG,  2012).
  El  municipio cuenta con un total de 82 localidades, de las cuales 6 tienen una población superior a los 2,500  habitantes por lo que son consideradas urbanas; la cabecera municipal Salvatierra  cuenta con 37,203 habitantes. De acuerdo con  el Censo General de Población y Vivienda 2010 del INEGI, la población asentada  en el municipio de Salvatierra es de 97,054 habitantes, lo que representa el  1.8% de la población estatal. El uso de suelo  agrícola es del 70% de la superficie municipal, el área de pastizal es del  4.9%, la zona urbana 3.6%, el área de selva 20% y de bosque 1.2% (IPLANEG,  2012). 
  Cabe destacar que Salvatierra ha sido  motivo de una serie de estudios, diagnósticos y “Análisis FODA” de dependencias  estatales y actores políticos locales como el Instituto de Planeación del  Estado de Guanajuato (IPLANEG) y los partidos políticos que han gobernado el  municipio. El IPLANEG, por ejemplo, llevó a cabo un análisis FODA en 2012 que arrojó  como resultado la siguiente lista de amenazas al sector agropecuario: bajos insumos  económicos, migración; entre los principales problemas que presentan los  productores son: el enfrentarse a una falta de organización, baja capacitación,  poca incorporación de nuevas tecnologías, problemas de suministro de agua,  falta de acceso al crédito, inestabilidad en el precio de los productos,  limitaciones en el proceso de comercialización, problemas con cuestiones  climáticas, acuíferos sobreexplotados y falta de una cultura del cuidado y aprovechamiento  eficiente del agua, lo que a su vez ha evidenciado otro tipo de problemas como  el desempleo, los bajos salarios y una pobre visualización del campo como  alternativa para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes y de la población  adulta lo que genera emigración (IPLANEG, 2012).
Por su parte, la administración  municipal panista que gobernó Salvatierra en el período 2012-2015, señala que la  ubicación geográfica del municipio, así como el clima, la altitud y la latitud  crean el ambiente propicio para la producción agrícola, convirtiéndose en una  de las regiones más fuertes en este renglón en el estado. Es decir, gran parte  de la economía del municipio gira alrededor de este sector. Cabe destacar que en  la rama agrícola se está generando el cambio de la producción de tradicional a  la agricultura protegida y por el empleo del modo de labranza de conservación  lo que constituye dos nuevas áreas de oportunidad. Asimismo, en el municipio se  cosechan 32 diferentes variedades de cultivos lo cual es posible por la riqueza  de la tierra de la región de los valles abajeños. En cuanto a la producción  pecuaria, si bien no es la de mayor fortaleza, si se cuenta con producción  avícola, porcina y caprina. Aunque se ha dedicado un gran esfuerzo para la  modernización agropecuaria, aún persiste un fuerte sector de productores con un  perfil tradicional, con resistencia al cambio, debido a la falta de  capacitación, organización y de cultura empresarial para incorporarse a las  nuevas tecnologías, así como de estrategias para mejorar sus esquemas de comercialización  y financiamiento (Programa de Gobierno Administración 2012-2015, 2012):
Por otro lado, y a poco más de un año en funciones, la actual administración priista no ha elaborado el “Plan de desarrollo municipal 2015-2018” que contenga las políticas, los objetivos y las estrategias que promuevan el desarrollo rural de las poco más de 80 localidades rurales, pues la página web del municipio apenas enuncia cuatro ejes de gobierno: eje 1, Salvatierra seguro; eje 2, atracción de inversiones y generación de empleos; eje 3, combate a la pobreza, y eje 4, calidad de vida. El eje 2, por ejemplo, tiene como objetivo el: “Impulso a la creación de agronegocios, gestión de créditos, simplificación de trámites administrativos, vigilando la sustentabilidad ambiental”, sin embargo, no se señala cómo ni cuándo se aterrizará dicho objetivo en acciones concretas que beneficien a los productores agropecuarios.
Metodología
  El propósito de este trabajo, que inició  en agosto de 2013 y concluyó en octubre de 2014, fue analizar sociológicamente  la forma en la que una serie de actores sociales conciben los diversos aspectos  de la problemática agrícola y ganadera. En este sentido se entrevistaron  informantes clave de una muestra de diez comunidades rurales (principalmente  productores agrícolas y ganaderos), así como representantes de una organización  ganadera, de un módulo de riego, de dos partidos políticos y de dos profesores  universitarios de la Universidad de Guanajuato de la sede Salvatierra.
  La metodología cualitativa se refiere en  su más amplio sentido a la “investigación que produce datos descriptivos: las  propias palabras de las personas, habladas o escritas, y la conducta observable”  (Taylor & Bogdan, 2010, p. 20). La metodología cualitativa se caracteriza  por tener una perspectiva holística; “ser comprensiva del marco de referencia  de las personas; orientarse a lo que es significativo y relevante para los  participantes; aplicarse a estudios en el ámbito micro, ya que profundiza más  en la situación; considerar todos los escenarios y personas como dignos de  estudio; y ser de corte humanista” (Balcázar et al., 2010, p. 22). Algunos métodos cualitativos utilizados por  las ciencias sociales para recabar información de los sujetos y escenarios de  estudio son la observación participante, los grupos focales, el análisis de  contenido y del discurso, el estudio de caso, la historia de vida y la  entrevista (estructurada, semiestructurada, de grupo y en profundidad.). Cabe  destacar que en este trabajo se utilizaron la entrevista estructurada y la  observación participante.
  La entrevista estructurada se define  como aquella en la que de manera predeterminada se establecen las preguntas que  se habrán de plantear mediante un formulario a los entrevistados, a quienes se  les hacen las mismas preguntas. La entrevista estructurada se aplica a  informantes clave y consiste en identificar sólo a los individuos que por sus  características y rol social pueden proporcionar información valiosa, lo que  limita su muestra y representatividad (Ortiz, 2007).
  La observación participante designa a la  investigación que involucra la interacción social entre el investigador y los  informantes, y durante la cual se recogen datos de modo sistemático y no  intrusivo (Taylor &  Bogdan, 2010).
  Las entrevistas a los informantes clave se hicieron  en las comunidades de La Estancia del Carmen, Urireo, Maravatío del Encinal, La  Virgen, Janicho, San Miguel Emenguaro, Manríquez, Las Presitas, San Felipe de  Jesús y La Huerta, así como a informantes clave de la cabecera municipal como  un representante de una organización ganadera, un repretentante del modulo de  riego, dos representantes de partidos políticos y dos investigadores de la  Universidad de Guanajuato. Las comunidades fueron elegidas porque en ellas  predominan la agricultura y la ganadería como principales actividades  económicas. En cada una de las diez comunidades se aplicaron diez entrevistas a  informantes clave, que al inicio de la investigación, incluían teóricamente al delegado,  al comisariado ejidal, al maestro de educación primaria, a tres agricultores y a  tres ganaderos; sin embargo, y debido a una serie de circunstancias, las  entrevistas sólo se realizaron a cinco productores agrícolas y cinco productores  ganaderos (ver la figura 1). 
  Cabe destacar que durante el trabajo de campo se  presentaron varias dificultades como la desconfianza, pues algunas mujeres se  acercaban para preguntar si se les daría algún apoyo económico; sin embargo, al  explicar las razones de las entrevistas mostraron desinterés y dijeron que “no  sabían nada de la agricultura y mucho menos de la crianza del ganado” y la  misma situación se repitió con los jóvenes. Por otro lado, el examen sociológico  de la problemática agropecuaria se concentró particularmente en el análisis de las  respuestas a las preguntas: a) ¿Qué tipo de problemas presenta la  agricultura? y b) ¿Qué tipo de problemas  presenta la ganadería?
A continuación se describe la guía general de preguntas que conforman la entrevista estructurada que se realizaron en las comunidades de estudio: 1) ¿Cómo define la agricultura?, 2) ¿Cómo define la ganadería?, 3) ¿Qué tipo de problemas presenta la agricultura de la comunidad?, 4) ¿Qué tipo de problemas presenta la ganadería de la comunidad?, 5) ¿Es negocio la agricultura? Si ( ) No ( ) ¿Por qué?, 6) ¿Es negocio la ganadería? Si ( ) No ( ) ¿Por qué?, 7) ¿Cómo afectan las sequías, inundaciones y huracanes a la actividad agrícola y ganadera de la comunidad?, 8) ¿Cuáles son algunos de los efectos de la crisis del sector agropecuario?, 9) ¿Existen políticas públicas o programas de parte de los gobiernos municipal, estatal y federal para resolver la problemática agropecuaria de la comunidad? ¿Sí? ( ) ¿No? ( ) ¿Por qué?, 10) ¿Qué medidas de política pública plantearía al gobierno municipal de Salvatierra para resolver la crisis agrícola y ganadera?, 11) ¿Tiene futuro la agricultura y ganadería? ¿Sí? ( ) ¿No? ( ) ¿Por qué?
Resultados
A continuación se enlistan los  resultados de las entrevistas que se aplicaron a los informantes clave de las  diez comunidades de estudio y de la cabecera municipal de Salvatierra.
Durante la aplicación de las entrevistas  se encontró que la mayoría son pequeños agricultores y pequeños ganaderos, “no  tienen parcelas por lo tanto rentan o siembran a medias”. Quienes se dedican a  la actividad agropecuaria son en su mayoría hombres cuyas edades oscilan entre los  30 y 70 años; “los jóvenes y mujeres no practican la agricultura ni la  ganadería; la mayoría de los jóvenes emigra”. En algunas comunidades tanto hombres  como las mujeres practican la agricultura: dijeron que “es la única forma en  que tienen para tener alimentos todo el año como es el caso del maíz”.  Los agricultores entrevistados expresaron que “la agricultura es lo único que  saben hacer y además les gusta”; otros la practican porque la parcela que  tienen “es herencia de sus padres y no les queda más que sembrarla” o muchos de  ellos que ya son mayor de edad la rentan; otros dijeron que aunque no obtengan  ganancias obtienen lo suficiente para darle de comer a su familia. 
  La mayoría de los productores “lleva entre  10 y 40 años dedicándose a la producción agropecuaria”. Sin embargo, “no  cuentan con ningún apoyo municipal, partido político o de algún otro medio para  cultivar sus parcelas”, pero para el caso de la ganadería si han recibido  apoyos para el ganado de engorda por parte de la presidencia municipal y  SAGARPA. Los cultivos más comunes que se siembran son “el maíz, el frijol, el garbanzo,  el sorgo y algunas hortalizas como la cebolla”, los productores comentaron que “los  ciclos en los que se siembran han cambiado por las lluvias irregulares”, las  plagas son cada vez más frecuentes, como la de los “chochos” que tiene varios  años que no se ha podido combatir y la que se dio muy fuerte en 2013 del gusano  cogollero.
Una parte de los entrevistados practica  el riego por gravedad y la otra mitad siembra en temporal; también se tiene el  problema de que “la mitad de las siembras de riego no dispone de agua  suficiente, además de estar contaminada”. Los agricultores señalaron que “es  muy difícil sembrar porque los riegos, los insumos y la maquinaria cuestan  mucho”, y si rentan la parcela o la siembran a medias no conviene; es muy poco lo  que obtienen de una hectárea de maíz: entre 7 y 8 toneladas, y de 9 y 10 toneladas  de sorgo.
  Por otro lado, el problema de la  comercialización también afecta a los productores, pues “cuando tratan de vender  su producto no tienen a donde venderlo, sólo en las bodegas de Salvatierra que  pagan muy barato”. La mayoría de los entrevistados señaló que la agricultura y  la ganadería no son negocio pues solamente lo hacen para obtener alimentos o  por gusto.
Para  los dos investigadores de la Universidad de Guanajuato que fueron entrevistados  (uno del Departamento de Estudios Sociales y el otro del Departamento de  Ingeniería Agroindustrial) los problemas más fuertes que presenta la  agricultura son la “falta de organización por los productores y la carencia de  capacitación”. “La agricultura sigue siendo una actividad social al azar,  difícil de predeterminar debido a factores naturales inciertos como la lluvia,  las heladas, el agua, la temperatura, factores que no se controlan; incluso el  mercado, saber a cómo va a estar los productos. Básicamente es el problema de  todo el país y quizá del mundo, que es la falta de estrategias de  comercialización: la comercialización se convierte en el talón de Aquiles”.
  La  ganadería se ha ido perdiendo; sin embargo, lo poco que se sabe, “en el caso de  la producción de leche, es la baja rentabilidad, nos encontramos ante un  escenario de mercado muy difícil donde los productores se encuentran limitados  por las empresas comercializadoras; por ejemplo, en Salvatierra, algunos  productores en la escala mediana y grande producen para una empresa llamada  Nestlé y en Celaya a la empresa Coronado, lógicamente es su único mercado y  están sujetos a los precios de esta empresa o de otros pequeños productores de  queso que tienen un mercado pequeño”.
  La  agricultura para que sea negocio depende de muchos factores: “si es negocio  pero en determinada escala, es decir, los productores tendrán que tener una  superficie cercana o superior a las 10 hectáreas para que puedan vivir de la  agricultura; sin embargo, tener 10 hectáreas significa un nivel de inversión  considerable que pocos productores pueden tener; la otra opción para que sea  negocio es la inversión productiva hacia las hortalizas. Lo que se ha encontrado  en el campo es que la calabacita es una de las que más utilidad genera; sin  embargo, está expuesta a un mercado de alto riesgo por su estacionalidad y por  la oferta que se encuentra en el mercado, entonces como puede ser un gran  negocio también puede ser un gran fracaso”. Los cultivos básicos que todos  siembran como el maíz, el sorgo y el trigo no son precisamente los más  rentables pero si son los de más fácil comercialización y mayor seguridad en el  desplazamiento en el mercado.
De  acuerdo al representante del modulo de riego, “uno de los más grandes problemas  que presenta la agricultura es que no hay agua suficiente. En Salvatierra se  tienen dificultades por los tipos de cultivos que existen, aquí se produce  maíz, frijol, garbanzo, camote, chile, jitomate, una diversidad de productos;  qué quiere decir esto, que trae una problemática muy fuerte porque para poder  otorgar un servicio de riego a los distintos productores es difícil porque los  tiempos y las necesidades de riego son diferentes, entonces la problemática se  encamina a la diversidad de cultivos y de tiempos que se requieren para poder  utilizar el agua de riego para el cultivo específico”. Y en la ganadería hay  una falta de interés, especialmente en los jóvenes. Para que sea negocio la  agricultura y la ganadería se tendría que contar con todo el equipo para que puedan  ser redituables, pero es denigrante para el productor el alza constante de los  insumos.
  Para  el representante de la asociación ganadera, “en Salvatierra se requieren  políticas de comercialización, los productores agrícolas saben producir y son  especialistas en producir granos y hortalizas, pero la comercialización ha sido  el cuello de botella que nunca se ha podido superar. Se necesita que haya una  política de comercialización diferente, que haya precios que garanticen que se  va a tener certidumbre la hora de vender la cosecha, con la compra de  coberturas a futuros se pueden comprar las coberturas y de esa manera vender en  un momento específico y los precios de granos están garantizados, es lo que se  requiere y que el gobierno ofrezca una orientación técnica para el acercamiento  a las empresas que están ofreciendo cobertura para poder tener certidumbre,  denominándola como agricultura por contrato”.
  El  cambio climático es un problema que se ha ido generando a través de muchos  años, “específicamente en Salvatierra, se ha visto que ha habido eventos  climáticos como heladas en diferentes fechas; lluvias o temperaturas altas  cuando no corresponde. En la actualidad ha habido cambios importantes que  afectan en la programación de los ciclos porque no se sabe si va a haber  heladas atípicas, si va a haber lluvias fuera de temporada, si va a haber  vientos o algunos otros fenómenos climáticos que no se conozcan, hay cambios en  las características de clima del medio ambiente.
En este caso se entrevistó a los  representantes del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario  Institucional (PRI) del municipio de Salvatierra. 
  Para  el representante del PAN “la mayor problemática que presenta la agricultura es  el abasto de agua y la falta de organización de los productores. Los niveles de  producción son óptimos a nivel municipal pero la población no está organizada;  buscar nuevos sistemas de siembras, pero principalmente es la cuestión cultural,  pues siempre siembran lo mismo para el sustento familiar; los principales  problemas para la ganadería es que las personas ya perdieron el interés,  además, los insumos agrícolas y ganaderos son caros; la falta de agua ha  afectado porque ya no llueve como antes”. 
  Por  su parte, el representante del PRI señalo que “el principal problema que  presenta la agricultura de Salvatierra es la falta de interés en el sector  agrario por parte de los campesinos. El agricultor ha perdido el interés, ya no  quiere invertir porque no es redituable: no es posible que haya mucho presupuesto  para el sector agropecuario el cual nunca llega a los municipios, toman a los  agricultores como ignorantes”. Con respecto al cambio climático “se está  tratando de concientizar a los productores para que mejoren sus sistemas de  producción y de riego, que no utilicen químicos”. 
  De  acuerdo al representante del PRI, “la crisis más fuerte que tiene la producción  agropecuaria son los bajos precios en la agricultura y en la ganadería”. Señala  que “las políticas que debería tener el municipio debe ser el fomentar la  organización campesina, los campesinos son los que deberían organizarse para  promover sus demandas, sus estrategias de comercialización, el municipio está  fomentando mucho la organización porque Salvatierra es inminentemente agrícola,  se debe trabajar en conjunto y tener una visión de futuro en la producción  agropecuaria”. Menciona que “la agricultura en Salvatierra no es negocio porque  los insumos son caros, pero sería negocio si se mejoraran los sistemas de  producción y se conocieran las nuevas tecnologías”; por otra parte, “a la  ganadería solamente las personas la visualizan como un ahorro, no como negocio”. 
Conclusiones
  En  general, los productores agrícolas entrevistados dijeron que siembran un 70 %  de temporal y un 30% de riego, pero se ha ido perdiendo el interés por la  agricultura: los únicos que tienen interés son las personas mayores; el precio  del ganado es muy barato, se cuenta con mucho ganado criollo que es difícil de  criar: razón por la cual lo sueltan en los cerros y se crían solos, solamente  se aseguran de captar agua de lluvia para la época de estiaje.
  En  la producción agropecuaria existen factores que limitan la productividad,  algunos relacionados con el inadecuado manejo de agroquímicos, los insumos y la  escasa adopción de innovaciones tecnológicas. Los agricultores no quieren  invertir por miedo a no obtener ganancias; además, de no contar con la  asistencia técnica necesaria lo que provoca desinformación sobre el manejo de  los cultivos agrícolas. Otra serie de problemas que los aquejan son el uso  marginal de semilla certificada de variedades mejoradas de temporal y de riego,  inadecuada densidad de siembras, uso irracional del agua de riego, es decir, el  riego superficial o rodado --es el método que más utilizan los productores  agrícolas entrevistados--, es el sistema irracional en el que se da el mayor  desperdicio de agua.
  Otro  factor con el que no cuentan los agricultores es la asesoría técnica para el  control de las principales plagas y malezas. Durante las entrevistas  agricultores y ganaderos dijeron que “el más grande problema con el que cuentan  es la baja rentabilidad en la producción como consecuencia de los altos costos  de los insumos” (semilla, maquinaria, fertilizantes, costo de los riegos,  etc.), problemas con la comercialización en cualquiera de los cultivos que  producen, la mayoría venden su producto a intermediarios; el 100% de los  productores entrevistados comentaron que el “coyotaje” es el mayor problema que  enfrentan. 
  Con  respecto a la ganadería comentaron que únicamente la practican por costumbre o  porque no tiene otra cosa que hacer, son muy pocos los que tienen ganado. De  hecho en las comunidades con mayor población se ha perdido el interés por la  ganadería, únicamente se crían becerros de engorda, cerdos, cabras y borregos.  Por otro lado, esta investigación permitió identificar que muchas veces los  representantes de las comunidades se aprovechan del cargo y que sólo buscan el  interés propio en perjuicio de sus representados.
  Los  representantes de los partidos políticos, los investigadores de la Universidad  de Guanajuato, el representante del módulo de riego y el representante de la  asociación ganadera entrevistados coincidieron en que el productor agrícola  sabe producir la tierra y que el productor ganadero sabe criar y engordar el  ganado; sin embargo, no saben cómo comercializar sus productos; señalaron que  Salvatierra tiene futuro en la agricultura y la ganadería, solamente falta  organizarse, exigir más apoyo a las autoridades para reducir los costos de los  insumos, precios fijos en la venta del producto y asesoría técnica de agrónomos  y veterinarios que sepan de estas actividades.
  La  producción agropecuaria en Salvatierra no ha tenido la importancia política que  debería tener, pues no se ha caído en la cuenta de que cada vez son más caros  los alimentos básicos, además, los productores han perdido el interés por la  agricultura y más aún en la ganadería. En las comunidades donde se realizó la  investigación se pudo observar que la actividad agrícola y ganadera como formas  de vida campesina han ido perdiendo interés por parte de la población, sobre  todo de los jóvenes. Actualmente, los habitantes de las comunidades viven de  las remesas que envían sus parientes migrantes de Estados Unidos y de los  apoyos económicos que brinda el gobierno federal a través de programas sociales  como Prospera y 70 años y más. 
  Entre  otras cosas, se requiere de un conjunto de medidas para subsanar la problemática  agropecuaria de Salvatierra: es necesario que los agricultores se organicen;  exigir a SAGARPA y a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural de  Guanajuato que brinden la asesoría técnica de ingenieros agrónomos,  zootecnistas o veterinarios para incrementar la producción agropecuaria;  capacitación en el uso de semillas certificadas para riego o temporal; asesoría  para la producción y el uso de fertilizantes orgánicos; asesoría en el uso  racional del agua; cursos para prevenir plagas, malezas y enfermedades;  desarrollar una cultura de consumir lo que se produce localmente; asesoría para  la comercialización; asimismo se requieren de cursos y talleres donde se infunda,  tanto a hombres, mujeres y jóvenes la importancia estratégica de la producción  agropecuaria.
  Además,  en Salvatierra se ha dejado de producir semillas tradicionales o “criollas”  debido a los cambios climáticos; la semilla tradicional es cada más vulnerable  a los trastornos climáticos que están experimentando los ecosistemas, lo que  ocasiona sequías y temporales bruscos, es por esa razón que las semillas  criollas están siendo sustituidas por las semillas mejoradas que incrementan la  producción, además de soportar temporales intensos, plagas y enfermedades; sin  embargo, las semillas mejoradas se han convertido en un monopolio. Es por esa  razón que a los pequeños productores les es más difícil producir, porque para  ellos los insumos son más caros y si el gobierno brinda los apoyos, lo hace  sólo con los grandes productores agropecuarios, situación que excluye y pone en  desventaja a los pequeños productores. El municipio de Salvatierra ha sido gobernado por una  diversidad de partidos políticos. Y sus comunidades rurales aún arrastran  problemas sociales como la migración, la pobreza, el envejecimiento, la feminización  demográfica, el abandono de la actividad agropecuaria y la falta de interés por  parte de las nuevas generaciones en las actividades agropecuarias.
  Por otra parte, se reconoce con base a la  teoría del actor social que de acuerdo a las experiencias, los conocimientos,  la influencia política y las relaciones de poder, los individuos y grupos  sociales, interactúan, negocian y reconstruyen una o varias versiones de la  definición sobre “los problemas de rentabilidad, comercialización o de  organización del sector agropecuario” o “la pérdida del interés en la forma de  vida campesina por parte de los jóvenes”, es decir, que en esta investigación,  los actores sociales entrevistados como los productores agrícolas, los productores  ganaderos, los académicos, los representantes de los partidos políticos, de  organizaciones ganaderas o del módulo de riego, desfilan en el carnaval del  reconocimiento, la definición, la negación o el ocultamiento de la crisis y  problemática agropecuaria de Salvatierra. 
  Este estudio es una muestra representativa de  10 comunidades rurales de un total de 82 comunidades que conforman el municipio  de Salvatierra. Es deseable que en el futuro se haga la misma entrevista a las  otras comunidades y se extienda el abanico de percepciones a otros actores  sociales fundamentales para entender la dinámica entre los actores sociales que  participan en los procesos de desarrollo rural y su problemática agropecuaria  con base a la teoría del actor social de Norman Long. Asimismo, se sugiere que  se incorpore la perspectiva de la sociología del medio ambiente para que se  analice el deterioro ambiental provocado por el modelo de la modernización  agrícola aún vigente en este municipio del sur de Guanajuato, así como las  distintas reacciones de los actores gubernamentales y las comunidades rurales. 
  Cabe destacar que en la mayoría de los  discursos de los entrevistados de este estudio privilegiaron en sus respuestas  el “enfoque de la modernización agrícola” como solución tecnológica a la  problemática agropecuaria y rural, por ejemplo, enfatizando las virtudes de la  revolución verde: la asistencia técnica, las semillas mejoradas, los  agroquímicos y la integración en el mercado. Este modelo ha sido implementado  por los granjeros capitalistas de los países desarrollados, es decir,  agricultores integrados en el mercado y que emplean métodos de producción  modernos. Estas tecnologías agropecuarias de los países avanzados se han  difundido entre los productores tradicionales de los países atrasados a través  de centros de investigación y sistemas de extensión. En ese sentido, México,  Guanajuato y el municipio de Salvatierra, así como sus planes de desarrollo, no  son ajenos a un paradigma que favorece la modernización de un sector  agropecuario competitivo, rentable y agroexportador, pero que al mismo tiempo  conlleva altos costos de exclusión social, deterioro ambiental y pérdida de la  identidad campesina. 
Agradecimientos
  Los autores desean agradecer al Programa  de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP) de la Secretaría de Educación Pública  (SEP), por el apoyo otorgado al proyecto de investigación Análisis de políticas públicas y prospectiva en el municipio de Celaya,  Guanajuato, durante el período agosto 2012-diciembre 2013, del cual se  dispuso de una beca para apoyar el proyecto de investigación de tesis Representaciones sociales de la problemática  del desarrollo agropecuario en el municipio de Salvatierra de la C.  Griselda López Lule que asesoró el Dr. Alberto Valdes Cobos. Este artículo se  deriva de dicha tesis. 
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